Curso de Teología

Jesucristo puso a nuestra disposición una vida en abundancia y ese fue el propósito de su venida. No debemos conformarnos al mundo y sus pensamientos, sino cambiar nuestra actitud mental y generar un proceso continuo de transformación de la calidad de nuestras mentes para comprobar la voluntad de Dios, que es agradable y perfecta. No debemos permitir que cualquier clase de pensamientos nos domine, ni que las circunstancias nos dobleguen; eso lo lograremos únicamente en comunión con Él. Si edificamos nuestras vidas sobre la roca nada nos derrotará.

Podríamos definir la vida en este mundo como un proceso de complejización de cuatro estadios o reinos superpuestos: el reino vegetal, el reino animal, el reino natural y el reino espiritual. Todos tienen preeminencia sobre el anterior, pero no sobre el posterior. Esta es una ley universal reglada por Dios desde la Creación, igual que la ley de la gravedad y la ley de la creencia, y como tantas otras leyes.

El hombre natural no puede operar una vida abundante espiritual a menos que aplique principios espirituales. En este curso aprenderemos qué es la "vida abundante", en todas sus manifestaciones: material, física, mental y espiritual. No se puede vivir una vida en abundancia si no se aplican principios espirituales.

Jesucristo fue la obra maestra de Dios en su plan de redención con el hombre. A través de él, el hombre puede lograr vida plena.

Dios concibió la vida completa para todos nosotros. Ése es Nuestro Padre; ése es Su deseo. Caminemos con Él y seremos bienaventurados. Salgamos a disfrutar la vida en abundancia como personas de éxito. Dios lo garantiza, Su Palabra lo enseña. En Su mano está el hacer grande y dar poder... y ya lo hizo. Sólo debemos tomarlo y manifestarlo.


Curso de Teología.


Basado en las enseñanzas de los Maestros Ascendidos y en los textos de la Biblia extraídos de la Colección de Casiodoro de Reina, Sociedades Bíblicas Unidas, 1960, se ha utilizado el diccionario griego-español publicado bajo la dirección de Florencio I. S. Yarza, Barcelona, Sopena, 1972, para la confección de este curso.

Los caracteres del alfabeto griego son distintos de los del español. Por ese motivo, los textos han sido transcriptos con el alfabeto español de acuerdo con los sonidos del griego. Han sido suprimidos, en general, todas las consideraciones morfológicas.

Con la guía de un tutor designado especialmente para acompañarlo, puede desarrollarse completamente a distancia.